Las infecciones parasitarias
intestinales se distribuyen por todo el mundo, aunque la mortalidad por estas
infecciones es relativamente baja ocasionan muchas complicaciones como la
malabsorción, diarrea, pérdida de sangre y afectan el crecimiento.
Los parásitos más comunes son Ascaris lumbricoides, Entamoeba histolytica, uncinarias, oxiuros y tenias.
La infección se puede adquirir si
se consume agua o alimentos contaminados con heces fecales y consumir carnes crudas.
Los principales síntomas son mareos,
dolor de estómago, náuseas, vómito, prurito perianal, diarrea y erupciones en la piel.
Para prevenir estas infecciones se recomienda:
-Lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño
-Consumir carnes perfectamente cocidas
-Tomar agua potable
-Desinfectar frutas y verduras
-Depósito de excretas adecuado
Datos interesantes:
La Taenia solium es un gusano aplanado que mide de 2 a 4 metros de
largo y vive en el intestino delgado.
La Entamoeba histolytica puede adherirse y reproducirse en el moco que
recubre el intestino grueso.
La hembra Ascaris lumbricoides produce 200 000 huevos por día.
La Fasciola hepática puede sobrevivir en el hospedero de 9 a 13 años.
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