7 de abril de 2015

¿Qué es el duelo?

“La muerte es como una nube.
 Cuando ya no la ves en el cielo, no significa que haya muerto.
 Continua en otras formas: en lluvia, en nieve, en hielo…” (Thich Nhat Hanh)

El dolor es algo que nos lleva a reflexionar acerca de lo que somos y de lo que hacemos; la separación de algo o de alguien siempre causa dolor y ese mismo dolor nos hace reflexionar acerca de cómo nos gustaría vivir y de cómo nos gustaría enfrentar esta pérdida.

 ¿Alguna vez has tenido una pérdida?, esta pregunta engloba varios tipos de pérdidas desde materiales, de un ser querido, el término de una relación de pareja, etc. Si nos damos cuenta, en nuestra vida constantemente pasamos por situaciones en las cuales existe un desprendimiento de algo o alguien al que estamos apegados. Sin embargo, puede interpretarse como un cambio  y aprendizaje que ayuda a tener un crecimiento en uno mismo.
Como bien sabemos, los seres vivos pasamos por un proceso natural llamado ciclo de la vida, iniciando con el nacimiento, el crecimiento, posteriormente la reproducción y finalizando con la muerte. No obstante, en este artículo te hablaré acerca del duelo y las fases del mismo, enfocado a la pérdida de un ser querido.

Después de la muerte de un ser querido, existe un proceso definido como duelo, que es: El doloroso proceso normal de elaboración de una pérdida, tendiente a la adaptación y armonización de nuestra situación interna y externa frente a una nueva realidad” (Jorge Bucay).

Por otra parte, según Elisabeth Kübler-Ross el duelo cuenta con cinco fases por las cuales pasamos gradualmente y serán descritas a continuación:

 La  Negación.

Es la primera fase del proceso de duelo, caracterizada por el rechazo o incapacidad para aceptar que se ha producido una pérdida. La forma de superar esta fase es: evitando el aislamiento, cuidar la salud física, sacar la pena (llorar es un buen recurso). 

Ira.

Después de que la negación ha desaparecido, la realidad comienza a hacerse evidente y esto conduce a muchas personas al enojo. Se puede estar enojado con la persona que se perdió y tener dificultades para comunicarse con otros sujetos. Ahora la pregunta es ¿Cómo enfrentar esta fase? , pues bien, lo primero es aceptar que estás enojado con lo que ocurrió, posteriormente necesitas exteriorizarlo, una forma es gritando; el tercer punto es relajarte a través de una respiración profunda, otro aspecto es el perdón a los demás y a uno mismo.
Negociación.
Durante la etapa de negociación, puedes intentar hacer tratos con Dios, el universo u otros poderes superiores. Puedes sentirte con capacidad para negociar la pérdida o el dolor a cambio de realizar alguna obra. Los ejemplos incluyen promesas de volver a la iglesia, o no beber o fumar, a cambio del retorno de la persona amada. Superar esta fase consiste en empezar a tomar decisiones importantes, darse cuenta  de que hemos tenido una pérdida, es necesario  hacer planes a futuro.
Depresión.
En esta etapa, un abrumador sentimiento de impotencia y de autocompasión sustituye cualquier otra cosa. Los patrones de sueño, los hábitos alimenticios y el deseo de estar con otras personas pueden cambiar. Una sensación de falta de control y mucho llanto son comunes. Aunque el paso principal para salir de esta etapa es aprender a lidiar con la pérdida y las consecuencias que trajo, recuperar la normalidad (cumplir con tus responsabilidades), recuperar el interés hacia las actividades cotidianas, hobbies o proyectos.
Aceptación.
Es aprender a vivir a pesar de que la pérdida de esa persona nos lastimó, es adaptarse a diversa circunstancias, darnos cuenta de que hemos pasado la prueba y que estamos listos para seguir nuestra vida.


¿Cómo te das cuenta que te has recuperado?
1.    Recordar la perdida sin sentir coraje ni dolor.
2.    Ya no piensas en ello todos los días.
3.    Te da ilusión comenzar de nuevo.
4.    Recuperas tu forma de ser.
5.    Te interesa renovar tu persona.

    Escrito por: Verónica Becerra Álvarez.    

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