Escrito por:
Mtra. Laura Cordero Contreras
Coordinadora de
Salud Juvenil IHJ
Te ha pasado que: Saltas de la cama, acto
seguido prendes el radio o la televisión mientras que en tus manos sostienes el
teléfono celular y checas en tus redes sociales que hay de novedad; adviertes
que tu amiga manifiesta en Facebook ser feliz, cuando no es así porque tú
conoces su situación. Las miles de fotos y videos de perros, gatos, dietas y
que decir de las eternas cadenas que prometen y amenazan.
En las noticias que escuchaste o viste tal vez la economía va de mal en peor,
accidentes, manifestaciones, asaltos y la violencia toma las calles del mundo
entero; este paisaje tan aterrador hace que pierdas la esperanza de un mundo
mejor y que a pesar de que te sientes tan cansada o cansado de todo esto no
puedas evitar cumplir con tu rutina de cada día. Todo lo anterior se conoce
como fatiga informativa y no se
trata de un cansancio mental con respecto a todos esos datos que recibes
durante el día, más bien es más complejo; afecta diversos aspectos de la vida
desde lo físico, mental y la toma de decisiones lo cual tiene un impacto en los
resultados de tus acciones.
¡Pon un límite!
v Filtra la información a la que
tienes acceso.
v
No te expongas a cualquier noticia.
v
Evita las imágenes violentas.
v
Apaga tu celular y cualquier otro dispositivo móvil tres horas antes de ir
a dormir.
v Selecciona tus contactos en las
redes sociales.
Tu cerebro responde desde el
momento que despiertas a un nuevo día y lo saturas con información de todo
tipo; lo primero que afectas es la capacidad de decisión, éste órgano, necesita
de tiempo para procesar los datos, almacenarlos y dar cavidad a todo lo que
llegue lo cual no ocurre ya que apenas llega información y otra nueva invade tu
cerebro. La zona cerebral –la corteza pre
frontal- responsable de ésta tarea, se inmoviliza cuando la información llega
y esta es excesiva. Tu vida se transforma, tu manera de ver, sentir y escuchar
se torna negativa generando temor e inseguridad ante el futuro inmediato en el
que tomarás decisiones.
¿Cómo encontrar el equilibrio?
En primer plano evita
abusar de la tecnología, dale un uso útil y a tu favor respetando horarios,
contenidos y frecuencia con que usas tus dispositivos, recuerda mente sana en
cuerpo sano, en segundo plano realiza actividades físicas, lee, escucha, ve
información positiva que alimente tu mente con pensamientos optimistas que te
dejen una sensación de bienestar.
Ojo…riesgos de la fatiga informativa
- Sentir estrés aun en momentos de descanso por ejemplo: ¡¡necesito vacaciones de mis vacaciones!
- Alteraciones en el sueño, recordándote que el sueño es reparador y necesario.
- Cambios paulatinos en tu carácter acompañados de una percepción de la vida fatalista.
- Intensificados estados de ansiedad.
- Comunicación difusa por tener puntos de vista diferentes al relacionarte con otras personas e interactuar con ellos.
- Dolor de estómago y cabeza.
- Dificultad para poner atención.
Hay que tener muy en claro
que mucha de la información a la que te expones a través de los medios masivos
o de los eventos personales de tus seres queridos y/o amigos no están
necesariamente apegados a la realidad, como ejemplo cuantas personas expresan a
la menor provocación lo mal que les va en la vida exagerando la situación; en
las noticias ocurre algo parecido que, si bien es cierto, se muestra la parte
más obscura del evento.
Hasta la próxima…