La homosexualidad no es una enfermedad… la homofobia si

Este domingo 17 de mayo se celebro “El día mundial contra la homofobia”, debido a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales un 17 de mayo de 1990.

Diecinueve años después, muchos podríamos pensar que la homosexualidad en la actualidad es más libre, ya que se encuentra visible en las calles y en los medios de comunicación como telenovelas, películas o series de televisión. Pera a decir verdad, esto no es del todo cierto. Ya que aunque cada vez son más los que saben que son libres de decidir cómo, cuándo y con quién practicar su sexualidad, y ya se ha dado una gran apertura a estos temas, aun existen muchos tabúes e ignorancia al respecto. Ya que siguen habiendo personas que consideran la homosexualidad como una perversión ocasionando que las personas con esta preferencia sigan siendo blanco de discriminación. Y esto sucede por la poca información o tolerancia (en algunas ocasiones) que tenemos sobre la “diversidad sexual”.

Normalmente el término “diversidad sexual” se usa para referirse a la variedad dentro de la orientación sexual, de hecho habitualmente se usa una clasificación simple de tres orientaciones: heterosexual, homosexual y bisexual. Sin embargo, existen diversas teorías de la sexología, como la teoría de Kinsey sobre su Escala sobre comportamiento hetero y homosexual, que señala que existen siete comportamientos sexuales que son: completamente heterosexual, homosexual incidental, homosexual más que incidental, hetero y homosexual equitativo, heterosexual más que incidental, heterosexual incidental y, completamente homosexual. Este tipo de teorías nos sirven para tomar conciencia de que debemos aceptar cualquier forma de ser con iguales derechos libertades y oportunidades sin importar la preferencia sexual que tengamos. Porque son eso únicamente… preferencias sexuales. En lo que realmente radica si una relación entre dos personas es ética o sana no es en que esta sea hombre-mujer, sino en que sea de mutuo acuerdo y que los involucrados sean responsables al tomar decisiones sobre su vida sexual.

El respetar la diversidad sexual o las preferencias sexuales distintas a la nuestra es fomentar el respeto hacia la humanidad.

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