El dolor de una pérdida

>Siento que un dolor me invade, la energía me falta y ya nada es igual… no se si lo que estoy pasando pueda sanar y recuperarme de esta pérdida. Siento que nadie me comprende<
Todos hemos pasado por pérdidas a lo largo de nuestra vida: como cuando niños falleció nuestra mascota, la pérdida de la niñez al llegar la adolescencia, cuando extraviamos aquel objeto tan significativo para nosotros, la pérdida de la salud, cuando nos separamos de algún mejor amigo, la ruptura en un noviazgo, hasta la muerte de algún familiar.
Todos estos eventos fueron seguidos de un sentimiento llamado duelo (dolus=dolor) que no es más que todos aquellos pensamientos, reacciones y cambios que ocurren durante el proceso de cicatrización de esta herida emocional. Ante todo esto es común que el doliente se sienta confundido e incomprendido, sin embargo es un proceso netamente “normal” que se vive ante la pérdida y este consta de cinco etapas las cuales son: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Durante este proceso puede haber pensamientos como: “¿Por qué a mi?”, “a mi no me puede estar pasando”, “ya nada vale la pena”, “¿qué puedo hacer para que todo vuelva a estar como antes”. También es frecuente que la persona presente trastornos del sueño, bajo estado de ánimo, nauseas, fatiga, ideas suicidas, aumento o disminución del apetito, distraimiento, aislamiento, soñar con la persona fallecida, entre otras características.
Hay diferentes tipos de duelo y cada quien lo vive de manera muy particular, sin embargo las cinco etapas siempre están presentes, este proceso busca reconocer y aceptar la pérdida, manifestar el dolor, reconocer la nueva realidad y retomar el camino. No es un proceso sencillo y para algunos puede requerir tratamiento especializado.
Si tu estas en un proceso de duelo o conoces a alguien que lo este viviendo algunas alternativas son permitir la expresión de sentimientos, emociones o pensamientos de manera abierta ya sea a través del dialogo, escribir y/o dibujar; participar en los rituales que se realizan ante la muerte, participar en grupos de apoyo, buscar el apoyo de los recursos sociales como: familiares, amigos, compañeros; hacer uso de servicios de escucha y orientación telefónica. Recuerda que hay opciones para afrontar las pérdidas.